Wingspan: una «NO reseña» que el juego merece

 In Reseñas

Hoy no hay reseña, pero me apetecía mucho hablar de un par de cosas sobre este juego que se están diluyendo y quedando atrás por culpa de otros asuntos.

Hay muchas maneras de tomarte esta afición.

Los juegos de mesa me encantan, pero tengo que decir que soy una entusiasta de todo lo que genera jugar a juegos de mesa: desde buscar por internet información, comprar, profundizar o descubrir cosas sobre el tema del que trata el tema del juego (incluso cuando el juego es poco temático), me gusta disfrutar con la producción y diseño de los componentes, con una buena explicación, preparando la partida, una buena ambientación… Jugar no es solo jugar, es la experiencia.

Pues bien, Wingspan no puede ser una excepción. Cuando salió no me fijé demasiado en él porque vieniendo de la editorial de Stegmaier, que normalmente se preocupa poco de aportar ambientación a sus juegos, el tema quedaría totalmente en segundo plano. Le echaría un vistazo cuando saliera, si. Pero no esperaba mucho más de él. Prejuicios.

Pero luego empecé a ver fotos de las cartas y a buscar información sobre el juego y, si… lo que viene a continuación, te sorprenderá.

El juego resulta tener unas cartas hechas por varias ilustradoras especializadas en el dibujo de aves. Como muchos sabrán, no cualquier dibujante puede, sin un estudio previo, hacer este tipo de ilustraciones. Tienen que tener un rigor científico.

Natalia Rojas ,  Ama María Martinez Jaramillo y Beth Sobel, son las tres ilustradoras encargadas en hacer este estupendo trabajo.

Pues empezamos bien: hacen un juego de aves y no encargan el trabajo a un Vicent Dutrait… que lo hubiera hecho super bonito, pero se hubiera quedado ahí. Contratan para el trabajo a ilustradoras que llevan años estudiando e ilustrando las aves.

Hay pintores de batallas, como por ejemplo en España Ferrer Dalmau. Imaginaos lo que sería que una editorial  se preocupara por contratar a alguien como él y tener un wargame con ilustraciones en las cartas, con el rigor y belleza artística que eso supondría. Que me corrijan los expertos sobre este tipo de juegos, pero creo que para los históricos se suele recurrir a obras pictóricas ya creadas en muchos casos. Sea como sea, es bonito ver cosas así en juegos de mesa. 

Luego sigues investigando más sobre el juego y te enteras de que la autora del juego es ornitóloga y además jugona, que después de años de estudios de las aves y de partidas a cosas como Castillos de Borgoña, o Race for the Galaxy, se ha animado a hacer un juego como Wingspan, aunando así sus dos pasiones.

A Elizabeth Hargrave le han dedicado todo un artículo en el New York Times hablando de sus estudios, su dedicación y cómo gesta la idea de hacer un juego sobre aves hasta materializarlo. Porque es relevante, porque es una mujer científica que ha dedicado años a trabajar con pasión sobre algo y ha conseguido lo que pocas mujeres han logrado en este mundillo, en tan sólo unos meses, que es vender un juego como el suyo «de pajaritos» y hacerlo top de ventas mundial. Os recomiendo echarle un vistazo al artículo… es tan interesante como la conferencia que dio Cole Wehrle el otro día sobre Kingmaking en los juegos de mesa (aunque de esto sí que se ha hablado bastante en twitter el otro día).

Pero llega a España y el juego de «los pajaritos» se hace famoso porque «la editorial manda copias» (una empresa que manda copias para que la gente hable de él… ¡qué locura!), o porque «hay reseñadores que no son críticos» (que quizá sea así) o que dicen «que el juego es muy tonto»… pero vuelvo a decir que es una pena que la conversación se centre en este tipo de cosas en lugar de otras más importantes e interesantes.

Cuando Eklund hace un juego sobre el Renacimiento, los Neardentales o el Sistema Solar, los jugones nos emocionamos y quemamos twitter a base de comentarios del gran interés que nos genera el “juego” sólo por tocar temas originales y con una base científica. Nadie pone en tela de juicio el trabajo de un científico y aunque haya gente que no le gusten sus juegos, nadie te va a tachar de «persona sin criterio» por ensalzarlo a pesar de que ahí no haya juego, ni se le intuya. Es Eklund y al Dios de la ciencia en los juegos de mesa, se le perdona todo. Y es genial. Alabar el trabajo de alguien que se preocupa tanto por representar tan bien un tema que le apasiona en un juego y con el que además puedes aprender cosas es, en mi opinión, lo que tenemos que hacer. Es interesante y merece la pena que hablemos de ello.

Lo injusto viene cuando cambiamos el discurso porque el juego es de una autora, novel, es de pájaros y está detrás de la producción nada más y nada menos que el demonio del capitalismo que representa Jamey Stegmaier.

Voy a dar un par de datos objetivos: Wingspan es un juego que funciona, creado por una mujer, ornitologa y jugona, dibujado por varias ilustradoras de un nivel altísimo con rigor científico y producido y editado por una de las mejores editoriales a nivel mundial.

Creo que son detalles importantes de los que deberíamos de haber hablado más en lugar de perdernos en otros detalles. No es que Wingspan te tenga que gustar, ni mucho menos. El tema de las aves es tan desconocido como ignorado, pero, dejando a un lado el juego en sí… ¿no os parece que hay algo injusto en el tratamiento del título, al menos, en redes sociales?

Y por aportar un detalle más sobre el juego en sí.

  • Para los que no le vaya al tema: el juego funciona, a mi me ha gustado bastante y la autora dice haberse inspirado en otros juegos como en Race for the galaxy para hacerlo.

  • A los que si les interesa el tema: las cartas son una pasada, no sólo por la ilustración, si no porque te ofrecen una ficha completa de las aves: el tipo de puesta, su envergadura, lo que comen, el tipo de hábitat donde suele darse, la localización geográfica y un pequeño texto con alguna curiosidad sobre ellas. Simplemente imprescindible para los amantes de las aves o cualquiera que quiera investigar un poco sobre el tema.

 

 

 

 

 

Y para cerrar os dejo con una foto de un águila pescadora (la misma de la carta de arriba) que hizo una persona que ha invertido muchíiiisimas horas en observar, estudiar, fotografiar y divulgar sobre las aves: mi padre 🙂

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Showing 18 comments
  • Pris
    Responder

    Genial! Estupendo artículo… enhorabuena.

  • Awell
    Responder

    Fantástico Yol!

    • Análisis Al Cubo
      Responder

      Gracias Awell!

    • Francesc
      Responder

      Gracias por tus reseñas y por poner criterio en este mundo de los juegos de mesa, otros se dedican a despotricar gratuitamente…

    • Sergio
      Responder

      Muchas gracias.
      Estaba buscando SI reseñas y esta ha cubierto todas mis expectativas.

  • OB
    Responder

    Muy de acuerdo con varias reflexiones pro aquí vertidas:
    1- lo que más me gusta de los juegos de mesa es cómo pueden sumergirte en un campo de conocimiento determinado, sea las guerras entre Eduardo I y Wallance «Braveheart» (con Hammer of the Scots) o el campo de las aves. A mí es una de las cosas que más me interesa de desplegar un tablero o unas cartas en mesa, la oportunidad de aprender, o al menos, de despertarme la curiosidad sobre un tema que desconocía.

    2- Me choca mucho ese argumento contra el servicio de prensa del mundo de los divulgadores de juegos de mesa, propio de una crítica amateur. Veo que en tu caso este «dial» entre el editor y el divulgador te parece tan lógico como a mí. Del mismo modo que el crítico cinematográfico no solo tiene pase de prensa a todo festival sino lugares de privilegio, igual que le crítico de litereatura tiene servicio de prensa de los editores, ya que conforma parte de su trabajo, que lo editores y los divulgadores de juegos tengan contacto y feedback no es malo, es necesario. Y niego que lo que resulte de esa comunicación sea un «crítico vendido» (hablo desde el conocimiento profesional, de hecho). Que el fandom de los boargames y hasta algunos críticos/divulgadores esgriman que sí mediatiza solo habla de la pubescencia del sector. Solo basta leerte el Babelia o la Rockdelux (todo servido al periodista en bandeja y gratis por tanto, esa palabra que escuece) para comprobar que no, no influye en la crítica.

    3- Volviendo a Wingspan y su apartado gráfico, ciertamente en ocasiones este tema se descuida mucho, en los juegos de mesa, y es una pena. Y en lo gráfico el sector está en pañales, aunque afortunadamente se empieza a superar el modelo «Caverna» (menuda portada, por favor) para encontrar ilustradores cada vez más estilizados y sugerentes, como Chris Quilliams en «Azul» o «Coimbra». Buscar el todo adecuado o, en casos pertinentes, la ambientación correcta más allá del típico mejunje caricaturesco es bueno para los juegos de mesa. Y esto no equivale, por cierto, a sobreproducción.

  • Mario Figge
    Responder

    Cuanto sentido común ! (que claramente en el mundo de los juegos, es el menos común de los sentidos). Excelente nota.

  • Luismi
    Responder

    Me ha gustado mucho el artículo! GRACIAS

  • Iñigo Maestro
    Responder

    Es una gozada leer artículos como este. Me lo guardo ya mismo en favoritos. Gracias por escribirlo.

    Ojalá todos los juegos tuviesen un apartado artístico tan mimado como el Wingspan. Lamentablemente, esta afición nuestra es bastante minoritaría todavía. Aunque poco a poco vaya en auge, queda muy lejos de otros productos de entretenimiento de consumo más masivo, así que realizar unas ilustraciones tan elaboradas es algo que normalmente las editoriales no se pueden permitir, porque cuando se paga razonablemente, el coste y el tiempo que lleva hacer un trabajo de este nivel no suele ser rentable y los artistas que están dispuestos a embarcarse en proyectos de este tipo suelen hacerlo casi por amor a arte, algo que muchas veces no se pueden permitir (como ilustrador profesional y habiendo trabajado en algún proyecto lúdico, lo sé de primera mano XD). Afortunadamente el juego ha sido un exitazo, en buena medida por su exquisito trabajo artístico, sumado al buen hacer de Stegmaier en las labores de marketing, que tan bien sabe manejar, y yo me alegro muchísimo por la acogida que está teniendo este juego. Sin duda se lo merece. Esperemos que esta afición vaya más en aumento para poder ver más cosas como esta, y para que más artistas del calibre de estas tres ilustradoras tan increíbles puedan permitirse aceptar trabajos de este nivel.

  • Carlos
    Responder

    Hola, que buen artículo, con tu permiso lo publico en varios de mis grupos de juego y te comparto esta entrevista a las ilustradoras que son Colombianas y contaron el proceso en este podcast y es genial escucharlas. El episodio se llama «Viendo pajaritos».

    Saludos.

    https://soundcloud.com/lamesamedellin/episodio-15

  • Derrect
    Responder

    Otro artículo genial. Me encanta esta página!

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