Reseña de Santa María: el debate está abierto

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Llega Santa María y de nuevo surgen varios debates: el primero acerca de lo importante y decisivo que puede ser el arte de un juego a la hora de que entre por los ojos y se venda bien. Santa María llegó a este último Essen y no despertó mucho interés precisamente por sus ilustraciones. Nadie lo ponía en sus listas de deseos pre-feria y su aspecto, tenía mucho que ver. El segundo debate gira en torno a si merece o no el encumbramiento que ha sufrido desde su llegada a territorio nacional por, como dicen algunos, no destacar en nada. Pues bien, de estas dos cosas y de alguna que otra más, vamos a hablar hoy.

Santa María es un euro medio que puedes sacar a cualquiera, ya tengas como compañeros de mesa jugones experimentados, como a muggles recién llegados a la afición. El juego consta de sólo tres rondas que pasan demasiado rápidas, pero en cada una de ellas, podremos llevar a cabo todas las acciones que podamos/queramos hasta que pasemos. La cosa es programar bien no sólo qué acciones hacer si no en qué orden ejecutarlas, para sacar de ellas el máximo partido. Cuando todos los jugadores hayan pasado, pasaremos (valga la redundancia) a la siguiente ronda y así sucesivamente.

Pero antes de ver qué acciones podemos hacer, vamos a echar un vistazo a algunos elementos que tenemos presentes en el juego:

Tenemos tableros personales en los que vamos a ir construyendo edificios. Esos edificios son los que nos van a dar los recursos y la capacidad para hacer ciertas acciones al activarlos, como por ejemplo avanzar en los tracks o hacer envíos para cumplir contratos.

Tenemos también dos tracks diferentes: el de conquistador que nos va a dar puntos al finalizar cada una de las tres rondas dependiendo de cómo hayamos quedado posicionados en él y un track de oración que nos va a permitir, entre otras cosas, conseguir dados para activar más edificios durante la ronda.

¿Y cuales son las acciones que podremos hacer durante nuestro turno? Pues una y sólo una de estas cuatro:

  • Activar edificios con los dados: para ello, cogeremos uno de los dados, lo colocaremos en nuestro tablero y activaremos todos los edificios de la columna, si el dado que estamos cogiendo es blanco o de la fila si el dado que estamos usando es azul. El dado lo tendremos que colocar tapando el último edificio de la fila o columna, haciendo que más adelante ese edificio quede bloqueado y no se pueda volver a activar.
  • Activar edificios usando monedas: podemos activar cualquier edificio de nuestro tablero colocando monedas encima de ellos. La primera vez que activemos un edificio de esta manera, nos costará una moneda, pero las siguientes, nos costará siempre una moneda más que la anterior.
  • Comprar una loseta de terreno nueva: Estas losetas enriquecen nuestro tablero personal porque contienen eidificios nuevos que harán que cada vez que activemos con dados una fila o una columna, aprovechemos mejor nuestra acción y podamos hacer más cosas.
  • Pasar: Cuando no podamos o no queramos hacer más acciones, tendremos que pasar. Pero pasar implica hacer un par de cosillas: primero tendremos que elegir en qué espacio nos colocamos en un pequeño track de «última acción» que nos permitirá hacer un envío, ganar dos monedas, coger una loseta, etc. y además al hacerlo, estaremos posicionándonos en el orden de turno. Luego tendremos que ver todos los envíos que hayamos hecho hasta el momento y cobrar el beneficio por haberlos hecho, que puede ser desde ganar dinero extra a puntos de conquistador, de oración, etc.

Santa María es un juego como hemos dicho muy sencillo de jugar, pero muy competitivo y con muchas cosas en las que fijarnos para no quedarnos descolgados en la partida.

Lo que si he percibido es que hay varias maneras de enfrentarte a la partida: jugarlo intentando trazar una estrategia a largo plazo y centrarte en ella sin importar demasiado lo que hagan los demás o jugar al marcaje continuo al resto de jugadores. Yo soy más de esta segunda opción y os explico por qué.

Los puntos de victoria son ocultos (esas caras rosas horribles que veis en la foto de abajo) pero echando un vistazo a los tableros (tanto a los comunes como a los personales) puedes hacerte una idea bastante aproximada de cómo van el resto de jugadores. De este modo, si ves que alguien avanza demasiado en el track del conquistador, te toca apretar para no quedarte atrás. Si ves que alguien empieza a despuntar en contratos, tienes que ir a muerte para intentar igualar este aspecto…O por ejemplo fijarte bien en los recursos que tiene un jugador, qué contratos de los disponibles puede hacer y encargarte de quitarle el único que podría cumplir. No hay interacción directa, pero si hay que estar muy pendiente de lo que hacen los demás para rascar puntos de donde sea.

El timing es fundamental también en este juego. No me lo esperaba pero en las partidas a Santa María se crean muchos momentos de tensión con, por ejemplo, la propia acción de pasar. Si compartes las primeras posiciones del track de conquistador con otros jugadores (se suele ir muy ajustado aquí) y ves que ellos no tienen opción de seguir avanzando en él, pasar el primero y llevarte la bonificación para avanzar en este track puede significar llevarte 6 puntos o no llevarte ninguno.

El track de conquistador es un tira y afloja entre los jugadores. Sabes que es fundamental no quedar último en las tres rondas porque eso te va a restar muchos puntos con respecto a tus rivales, así que vas a tener que hacer algo para estar a la altura.

A mi me recuerda mucho a Grand Austria Hotel (aunque algo más sencillo) por la cantidad de combinaciones que tienes en cada turno, donde no sólo importa qué hacer si no también en qué orden hacerlo. La mecánica de dados tiene mucha importancia en los dos juegos, el orden en el que haces las acciones también y el marcaje en los track es crucial para no quedarte atrás en puntuación en cada ronda. Además ambos me dejan la misma sensación: sencillez, diversión, gestión y todo en una duración muy contenida.

Muchos lo critican por ser un euro medio más, que no ofrece nada nuevo pero volvemos a lo mismo de siempre: yo cuando voy al cine o me pongo una peli en casa, no espero ver siempre algo tan experimental como Mulholland Drive de David Lynch o algo tan perfecto como la Lista de Schindler de Spielberg. Hay veces que me pongo Love Actually y disfruto incluso más que con cualquier peliculón porque en ese momento es el tipo de peli agradable y sin demasiadas pretensiones que me apetece ver. Lo mismo con la música o incluso con los libros. ¿Por qué criticar a un juego perfectamente hecho, tenso y exigente a la hora de programar tus acciones, cuyo mayor «defecto» es el ser feo, (sencillo y entretenido)?

Rajas of The Ganges, Glass Road o el mismo Grand Austria Hotel son otros ejemplos de juegos sencillos de reglas, sin nada especialmente destacable, que brillan porque mantienen un nivel de compensación entre entretenimiento/sencillez/gestión bastante bueno. ¿Se consolidarán como referentes en un futuro? No creo, pero son fondo de armario que sacar con cualquier perfil de jugador y que raramente defraudaran. Además escala perfectamente bien a cualquier número de jugadores.

Eso si, lo de feo… es incuestionable. Lo sacas a mesa y los jugadores dan un paso atrás al verlo: «Quita bicho!» – Exclaman algunos. Pero cuando consigues convencer a la gente de que la belleza está en el interior, todo fluye. En cambio, el diseño gráfico es de sobresaliente. TODAS, absolutamente todas las reglas están trasladadas en forma de icono en los diferentes tableros. Echando un vistazo, puedes recordar cualquier detalle (otra cosa que comparte con Grand Austria Hotel).

A mi personalmente me encanta de vez en cuando descubrir un juego de este tipo: euro de libro, fácil de asimilar y polivalente, con un nivel de entretenimiento tanto para jugones como para muggles bastante adecuado. Así que sólo me queda preguntaros, por si se me escapa alguno… ¿Qué juegos diríais que cumplen estos requisitos? Un, dos, tres, responda otra vez:

  • Santa María

Otras reseñas:

La Gaceta de los Tableros

El dado único

Misut Meeple

KludiK

 

 

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Showing 5 comments
  • The Covenant
    Responder

    Gran Austria Hotel

  • The Covenant
    Responder

    y más Grand Austria Hotel

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  • […] Santa María. Ya lo dije el otro día en el podcast de Masmadera… me parece el mejor euro de 2018. No es ningún top, pero es el euro que más he jugado y que más me apetece seguir jugando. Ahora me acaba de llegar la expansión, así que actualizaré el post de la reseña que hice para hablar de ella en cuanto la pruebe, pero tiene pinta estupenda. Aquí la reseña. […]

  • […] que me conocen, sabrán, por el tostón que he dado, que Santa María ha sido uno de mis juegos preferidos en 2018. Así que después de 12 partidas, he querido probar […]

  • […] que me conocen, sabrán, por el tostón que he dado, que Santa María ha sido uno de mis juegos preferidos en 2018. Así que después de 12 partidas, he […]

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