[masterslider id=»13″]

El jugador inicial se elige al azar

Colt Express es un juego familiar de programación ambientado en el lejano Oeste en el que tendremos que disparar y robar el botín más alto para hacernos con la partida. El juego se desarrolla dentro de un tren de mercancías, que por otra parte, quizá sea lo mejor y más original del juego… veamos por qué.

¿De qué va?

Colt Express va de hacer el bruto, el bestia, de disparar, de robar, de pegar puñetazos y si mientras, podemos reírnos un rato, pues mejor que mejor. El caso es que todo esto a algunos no nos va a hacer tanta gracia… pero vamos por pasos.

La mecánica del juego es más simple que el mecanismo de un botijo: cada jugador va a tener un mazo que es exactamente igual que el del resto de jugadores. De ese mazo, en cada ronda, tendremos que robar aleatoriamente 6 cartas. Después empezará la primera ronda (de las cinco que consta la partida) y cada una de ellas, se va a dividir en dos fases:

• Fase de programación de acciones: en ella, cada jugador y en sentido de las agujas del reloj, colocará una carta de acción sobre la mesa. Estas cartas serán colocadas una encima de otra, de tal manera que sólo veamos la última que se ha puesto. Esto se repetirá unas cuatro o 5 veces dependiendo de la ronda de juego. Esto dará como resultado un mazo formado por cartas de todos los jugadores que será el que en la fase siguiente, tengamos que resolver.
• Fase de resolución de las acciones: En esta fase el jugador inicial cogerá el mazo creado en la fase anterior y empezará a revelar las acciones una a una, teniendo que resolver cada acción antes de pasar a la siguiente.

Las acciones disponibles durante el juego son disparar, pegar un puñetazo a otro jugador, robar el botín que se encuentre en el vagón, subir al techo del tren, bajar al vagón o mover al Marshal.

A estas alturas ya os habréis dado cuenta del caos que supone jugar a este juego: puedes programar pegar un puñetazo a un compañero de vagón y que en la fase de resolución se convierta en puñetazo al aire. O que utilices una carta para robar y por encontrarte en el techo, termines la ronda con las manos vacías.

Claro, alguien me puede decir que teniendo memoria, ese caos es algo más controlable: en teoría “sólo” tendríamos que concentrarnos en un ambiente de fiesta (porque el juego si que se presta a risas y cachondeo) para llevar la cuenta de qué van poniendo el resto de jugadores. Si, claro, podría ser… difícil, pero podría. Pero es que ni aún así, porque el juego incorpora un detalle que marca la diferencia, y es que en algunas rondas, algunas cartas se colocarán boca abajo impidiéndote controlar la que se avecina: CAOS absoluto.

El punto más divertido quizá lo ponga la acción de disparar, porque al hacerlo, le darás la carta de bala al jugador al que hayas disparado, haciendo que, en las siguientes rondas, su mazo tenga cartas inútiles que no le van a servir para nada.

Opinión

Colt Express a pesar de estar catalogado como un juego familiar, sólo lo recomendaría para niños o para momentos de risas con los amigos. Es ideal para los más pequeños, pero también para los que quieren pasar un rato divertido mientras se toman la tercera copa. ¿Por qué? porque en cualquier otro ambiente no aporta nada de nada. E incluso en esas situaciones, recomendaría otros juegos mucho más baratos o incluso más rápidos de montar y/o explicar. Eso si, seguro que no son tan bonitos como este.

Y es que Colt Express nos ha robado el corazón por su aspecto: la caja es bonita, las ilustraciones son muy chulas y están bien ambientadas. Además, cuando abres la caja y destroquelas los componentes, tienes que ponerte a montar el tren y disfrutas ese momento muchísimo. Trae cartón que sólo sirve de atrezzo haciendo el juego aún más vistoso si cabe. Sin duda, al apartado artístico, no le podemos poner ninguna pega.

Pero claro, luego empiezas a leerte las reglas y sobre todo, a jugar y es cuando te das cuenta de que su precio sólo está justificado por sus componentes. A no ser que juegues con niños, porque ahí si que causa furor. Yo sólo lo he jugado 4 veces: tres de ellas con niños y una con amigos. Los niños no paran de pedirlo una y otra vez. Con los amigos, pues es diferente. A no ser que tengas un grupo que le guste este tipo de juegos, no creo que pases de la primera partida. A mi personalmente no me gustan los partys pero creo que en ciertos momentos, hay que sacar cosas ligeras y divertidas, pero es que por ese precio creo que hay mejores opciones: juegos más rápidos de explicar, que requieren menos tiempo en setup y que te lo hacen pasar igual de bien o mejor que Colt Express.

El juego es independiente del idioma y el único texto que vamos a necesitar leer para empezar a jugar son las reglas, que por cierto están muy bien explicadas.

En cuanto a rejugabilidad (si es que después de una partida, te quedan ganas de más), está limitada a las cartas de ronda (vienen 17 y en cada partida sólo se eligen 4 de ellas) y los diferentes personajes, ya que el juego cuenta con un modo avanzado, donde cada uno de ellos juega con un poder especial.

El juego como podréis imaginar escala mal. A dos jugadores es muy insulso pero eso si, aquí si que habrá algo de control.

Resumiendo: No es mal juego pero yo no lo volveré a jugar por iniciativa propia. Y os diré más: en el momento de escribir esta reseña, el juego ya ha pasado a otra ludoteca.

Eso si, es ideal para niños, se lo pasarán en grande seguro. Para mayores… pues depende del grupo de juegos que tengais. De lo que no cabe duda es que es un juego sólo y exclusivamente para jugar pasando de todo y reír. Así que la puntuación final es…