Reseña En año del dragón: requiem por un chino

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Stefan Feld es uno de los autores de juegos de mesa más importantes dentro de la afición, de eso no hay duda. El haber lanzado tantos títulos durante tantos años manteniendo un nivel tan alto, no deja dudas de que es un referente al que siempre hay que seguir la pista. Y es que su estilo te puede gustar más o menos, pero lo que es innegable es que la mayoría de sus juegos tienen la virtud de contener mecánicas euro perfectamente ajustadas, compensadas y equilibradas. Pero a los grandes, pronto empezamos a mirarlos con lupa, nos volvemos más exigentes y acabamos criticando cosas que de otros pasamos.

Dicho esto, vamos a ver En el año del Dragón, qué lugar ocupa dentro de la amplia ludografía de Feld.

En el año del dragón es un juego sencillo de reglas, pero tremendamente duro con los jugadores que compiten en la partida, quizá de los más más duros que he jugado: un paso en falso y puedes quedarte ridículamente descolgado del resto. Durante las rondas, tendremos que enfrentarnos a una serie de eventos, en su mayoría negativos, que aunque distribuidos en orden al azar, están visibles durante toda la partida. Esto hace que desde el minuto uno puedas y tengas que centrarte en programar y preveer tus acciones para no sufrir las penalizaciones de dichos eventos.

Vamos a pasar por 5 diferentes, repitiendose dos veces cada uno en la partida aunque nunca de forma consecutiva y todos serán negativos menos uno, en el que ganaremos puntos de victoria si conseguimos ser en ese momento el jugador más aventajado. En el resto, tendremos que cumplir una serie de requisitos o haber alcanzado unas metas y si no somos capaces de cumplirlas, tendremos que deshacernos o lo que es lo mismo, matar, a uno o varios de nuestros ayudantes, sin que podamos hacer nada por ellos. Cruel, ¿verdad?

Para evitar esto, en cada fase vamos a poder realizar una de las acciones disponibles en el juego: cosechar nos dará arroz para poder enfrentarnos al evento de sequía, recaudar impuestos nos ayudará a generar dinero para que podamos sobrevivir al tributo imperial, los fuegos artificiales nos harán ganar puntos de victoria si somos el que más fuegos artificiales ha logrado crear para el único evento positivo que es el de la fiesta del dragón…

Además, contaremos con la ayuda de algunos personajes, que podremos convocar durante la tercera fase del juego. Estos personajes harán que cada vez que ejecutemos una de las acciones que os comentaba más arriba, su efecto se vea multiplicado. Al comenzar la partida, cada jugado tendrá una mano de cartas con todos los personajes del juego más dos comodines. Para poder contratarlos, lo único que tendremos que hacer es bajar la carta deseada. Pero teniendo en cuenta que sólo tenemos una copia de cada ayudante, elegir a quien y en qué momento, se convertirá en una decisión crucial.

Así por ejemplo, el curandero evitará que durante la plaga muera más gente de la necesaria, los samurais harán que durante la invasión mongol nuestro ejército sea el vencedor o el constructor nos permitirá agrandar nuestro palacio para poder albergar más personajes. Porque no lo había comentado hasta ahora, pero empezamos la partida con dos palacios de dos plantas cada uno. Por cada planta, podemos albergar un personaje. A medida que vaya avanzando la partida tendremos que ampliar forzosamente el palacio para poder seguir contratando ayudantes. De lo contrario, estaremos fuera de la partida.

 

Dicho esto la estructura de las fases sería la siguiente:

1.- Ejecutamos una acción que será una de las que he mencionado arriba.

2.- Convocamos a uno de los personajes

3.- Resolvemos el evento que toque

4.- Y por último llevamos a cabo la fase de puntuación.

Esto se repite hasta que hayamos resuelto los 12 eventos de la partida siendo el ganador, el que más puntos tenga al final.

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Lo chungo es que para elegir las acciones, vamos a sacarlas y distribuirlas al azar en tantos grupos como jugadores haya en la partida. Entonces en orden de turno, elegiremos uno de los grupos y ejecutaremos una acción de las disponibles en ese grupo. Eso quiere decir que el segundo jugador en orden de turno, sufrirá un «bloqueo» y si quisiera elegir una de las acciones que se encuentren en el grupo donde un jugador se acaba de poner, tendrá que pagar a la reserva, tres Yuanes.

Ser primero es fundamental y ser último es peligrosísimo como habréis podido intuir, porque el dinero, al igual que el resto de recursos son escasos y sumamente necesarios para afrontar los eventos, pero… ¿cual es la mecánica que regular el orden de turno? Pues bien, os explico: durante la fase de convocar personajes, tendremos que elegir a uno para colocarlo en nuestro palacio. Ese ayudante tiene un número y un recurso asociado. Pues bien, el número son las casillas que deberemos avanzar en el track de orden de turno, siendo el primer jugador en este track, el primer jugador en el orden de turno.

Así que cada vez que contratemos a un ayudante, tendremos que valorar la posición que nos hará tomar en el orden de turno y el recurso que nos da para poder afrontar los eventos venideros. Además para poder contratar a un personaje, debemos hacerlo jugando su carta y sólo tenemos en nuestro mazo dos cartas de cada personaje más dos comodines.

Otra cosa que debemos valorar es, a la hora de realizar acciones, hasta que punto podemos permitirnos pagar dinero por ponernos en el lugar deseado, si es que ese lugar está ocupado por otro jugador o si colocándonos en el grupo que haya quedado libre para no tener que pagar dinero, la acción merecerá la pena.

Resumiendo: el juego es la pescadilla que se muerde la cola. Un tira y afloja continuo, donde la cuerda, por más que tiras de ella, no aumenta de tamaño ni cede un poquito durante la partida. Ni da margen a error, ni un descanso para reponerte e intentar la remontada.

Así que, si en otros juegos de Feld encontramos abundancia de recursos, de puntos o incluso mini juegos, aquí todo es escasez. Donde en otros juegos del autor, todo suma puntos, aquí todo penaliza. Donde en otros títulos te encuentras con mini juegos, aquí te encuentras una mecánica casi única en la que todo afecta a todo, haciendo que si cometes el mínimo error, sea muy difícil remontar, porque el efecto bola de nieve, es total.

Pero precisamente por todo esto muchos pensamos que es uno de sus mejores juegos. En el año del dragón es original. Si le preguntáis a alguien que lo haya jugado a qué se parece, no sabrá contestaros porque realmente es un juego distinto a lo que solemos ver. No se parece ni si quiera a ningún otro juego de Feld.

Es sorprendente como con sólo una mecánica de gestión de mano, donde además tenemos las cartas disponibles en todo momento, selección de acciones y eventos que también tenemos disponibles desde el principio (en principio debería ser fácil programar y salir airoso) se puede hacer un juego con tanta mala leche, agobio y que penalice tanto al jugador.

Si llevas poco en la afición, quizá tengas que preguntarte si tú o tu grupo estáis preparados para algo duro, porque puede resultar frustrante al principio. La sensación de desarrollo y mejora es prácticamente nula durante la partida. Pero si ya has jugado a otros juegos exigentes o quieres empezar a jugar a algo amargo y arenoso y/o te gusta la sensación de sufrimiento y agobio, En el año del dragón es tu juego.

De la edición española se ha encargado Maldito Games, que acaba de lanzar esta edición décimo aniversario y que además incluye unas expansiones, que aunque no le hacen falta para hacerlo redondo, nunca están de más.

Lo bueno

  • Es original, diferente a cualquier otro juego euro
  • Reglas sencillas
  • Si te gusta la sensación de agobio, es tu juego

Lo menos bueno

  • Escala regular: a dos no lo veo, a 5 tampoco

Lo mejor

  • La mecánica, aunque sencilla penaliza mucho a los jugadores que no se centran en programar bien sus acciones
  • Para mi gusto es uno de los mejores juegos de la ludografía de Feld

Otros Enlaces

Reseña de Misut Meeple

Reseña de la KLudica

 

 

 

 

 

 

 

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Comments
  • Isabel
    Responder

    Con este juego me reí un montón la primera vez que jugué. Me fue taaaan mal, solo uno no hizo un ridículo espantoso.
    Es muy difícil recuperarse una vez te llevas un palo. Hay que adelantarse varias rondas en todo momento para que no te pille el toro. A mí me gusta, como dices en tu post: por la sensación de agobio jj

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