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Los jugadores deciden quien será el jugador inicial

– Portada fea, no gracias.

Esa fue mi respuesta cuando me ofrecieron jugarlo en el Festival de Córdoba. Pero como no se decir que no a casi nada, después de que me insistieran (una vez), dije que sí y lo jugamos. Y… ¡Qué equivocada estaba! ¡Qué gran clásico me hubiera perdido por juzgar esa horrible portada!

Y hace unos días, casualidades del destino, los chicos de GenexComics y me plantearon la posibilidad de mandarme el juego para reseñarlo y… ¡aquí lo tenéis! No puedo dejar de agradecerles el servicio tan rápido y la buena comunicación que ha habido con ellos. Una tienda muy rápida y seria a tener en cuenta para futuras compras.

¿De qué va?

Es muy fácil. El objetivo del juego es tener más puntos que el rival y para conseguir esos puntos lo que tenemos que hacer es repartir las frutas que consigamos mediante unos movimientos es una especie de molino con la ayuda de nuestros burros de carga. Vamos a explicar un poco más en detalle cómo se hace todo esto.

En el tablero vemos un mapa con un montón de fincas y en cada finca, hay losetas que muestran los frutos que debemos repartir, con un número que son los puntos de victoria que sumaremos al final de la partida.

Para poder llevarnos esas losetas tenemos que hacer el reparto de los frutos indicados: un limón, dos naranjas, 2 naranjas y dos uvas…

Lo bueno viene en la mecánica que utilizamos para obtener esos frutos: a la izquierda del tablero podemos ver una especie de molino con aspas. En cada aspa, hay un fruto y poniendo nuestro meeple sobre el aspa, es cómo lo conseguimos. La cosa es que vamos a mover nuestros meeples en el sentido de las agujas del reloj tantas aspas como meeples haya donde nos encontremos y vamos a coger tantos frutos como meeples haya en el aspa en el que aterricemos. Y esto amigos es lo que hace grande a este juego.

Luego hay detalles que perfilan la mecánica como por ejemplo el tema de que para poder hacer entrega de los frutos y podamos llevarnos la loseta de la finca en cuestión, debemos hacerlo entregando un burro de carga y estos burros sólo los podemos conseguir cuando nuestros meeple cruzan dos lineas que hay en las aspas del molino. Y si no calculamos bien nuestro movimientos, podemos tirarnos varios turnos intentando llegar a esa linea sin éxito. Además, cada burro sólo puede transportar 6 frutos, así que en un mismo turno no podremos, aunque tengamos frutos suficientes, llevarnos dos losetas de 5+4 por ejemplo, porque sumarían 9 y sobrepasa el límite de 6… a menos que…

… a menos que utilicemos uno de los cuatro tokens especiales que recibimos al empezar la partida. Son cuatro tokens con habilidades especiales: trasportar en nuestro burro hasta 10 frutos, mover dos veces un meeple, intercambiar la posición de dos meeple y entregar un fruto menos de los que pida la loseta. Utilizar estos tokens en el momento justo será fundamental para arañar unos puntitos más al final de la partida.

Y sólo una cosa más. Para complicar las cosas, si uno de los jugadores, en el momento de coger un burro o cualquiera de los frutos se da cuenta de que en la reserva ya no quedan suficientes, todos los jugadores incluido él mismo, tendrán que entregar todos los burros/frutos del tipo en cuestión. Y no es ninguna tontería. Puedes pasar de tener 6 frutos a 0 por un error de cálculo.

Opinión

La primera vez que probé Finca fue en el Fesitval Internacional de Córdoba. Cuando me dijeron de probarlo, si os soy sincera, no me apeteció en absoluto porque es uno de esos juegos que por la portada, no entran por los ojos.

Pero las apariencias, a veces y sólo a veces, engañan y en cuanto me explicaron cómo se jugaba me di cuenta de que estaba ante un juego de esos que gustan a todo el mundo: sencillo de reglas pero con un mecanismo muy chulo que te hace pensar tus movimientos en todo momento.

El mecanismo de los movimientos en las aspas del molino para recolectar los frutos es simplemente genial. Eso si, yo lo he disfrutado mucho más a dos jugadores, precisamente porque a dos, esos movimientos son mucho más controlables: puedes ver las intenciones de tu rival, intentar fastidiarle o beneficiarte de sus movimientos. A más jugadores es mucho más caótico y es difícil hacer las cosas con tanta intención como a dos, aunque sigue funcionando perfectamente bien.

Eso si, la curva de aprendizaje es corta, no podemos decir que estemos ante un juego de los «gordos» pero creo que tampoco es la intención. Finca es un juego agradable para jugar con la pareja o en familia, sin demasiada presión ni rollos de vías de puntuación, o mecánicas complejas. Siempre va a apetecer jugarlo y lo que más me gusta de él es la sensación que te deja al final: es un juego redondo que te llena. No vas a dejar de pensar en toda la partida cómo optimizar movimientos o cómo fastidiar al rival.

Y últimamente no suelo hablar de los componentes, pero me gustaría hacer una mención porque los frutos de madera son simplemente geniales. La edición de HiG es como siempre excelente y la gente de Devir lo trajo hace bastantes años a nuestro país… y no me extraña que, a pesar de ser independiente del idioma, se lanzaran hace años a editarlo, porque es caballo ganador y encima a buen precio.

Lo bueno

• Sencillo pero con chicha
• Gusta a todos y es apto para todos los públicos

Lo menos bueno

• La portada
• Corta curva de aprendizaje

Lo mejor

• La mecánica para recoger frutos es simplemente genial
• Un euro muy agradable de jugar en cualquier momento

Otras reseñas

La Gaceta de Los Tableros

MisutMeeple