Reseña: Castles of Burgundy

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Ficha del Juego

    Diseñador: Stefan Feld
    Ilustrador: Julien Delval / Harald Lieske
    Nº Jugadores: 2-4
    Tiempo de juego: 60′
    Mecánica: Dados/Colocación losetas/Set Collection
    Dependencia Idioma: Ninguna, sólo reglas

El jugador inicial se determina con una tirada de dados

Stefan Feld, ese autor odiado por unos, amado por otros. Creador de muchísimos títulos top ventas. Criticado y elogiado a partes iguales por los entendidos de este mundillo. Hoy reseñamos los Castillos de Borgoña, uno de sus juegos más famosos. Vamos a verlo.

¿De qué va?

En Castles Of Burgundy nuestro objetivo es construir un reino potente, con un puerto para que atraquen los barcos, con castillos, con granjas llenas de animalillos, etc. Haciendo ésto iremos ganando puntos de victoria durante toda la partida. El que más puntos tenga al final, será el ganador.

El juego está compuesto por un tablero común donde están localizadas las losetas que podremos ir adquiriendo y un tablero individual, donde cada jugador irá construyendo (colocando las losetas) que vayamos adquiriendo durante la partida.

Si os fijáis en las fotos, tanto en el tablero común como en el individual aparecen ilustraciones de dados con un resultado. Ese es el resultado que tendremos que obtener para realizar nuestras acciones.

El procedimiento para construir es bien sencillo: en cada ronda (el juego consta de 5 fases de 5 rondas cada una), lanzaremos los dados de manera simultánea todos los jugadores (cada jugador tiene dos dados del mismo color). Una vez hecho esto, sólo tendremos que asignar cada resultado de dado, a alguna acción de las muchas disponibles.

El orden sería: primero coger una loseta del tablero central y colocarla en el deposito de losetas del tablero individual. Luego, del depósito individual, colocaríamos la loseta en el mapa de territorio situado a la derecha. En ningún caso podemos coger una loseta del tablero central y colocarla directamente en nuestro mapa de territorio.

Además al colocar las losetas, se activarán acciones especiales:

  • Los puertos (las azules) te permiten avanzar en el track de orden de turno y coger mercancías que luego podrás vender para conseguir dinero.
  • Los castillos (las verdes oscuro) te permiten realizar una acción extra con un dado «fantasma» con el resultado que tu elijas.
  • Las granjas (las verdes claro) te otorgan puntos de victoria automáticos iguales al número de animalillos que haya dibujados en ella.
  • Los edificios (las marrones) otorgan diversos privilegios, como por ejemplo coger monedas de la reserva o coger losetas de tu depósito y colocarlas en el dominio sin necesidad de dado…
  • Las losetas amarillas son losetas de conocimiento y suelen aportar puntos de victoria al final de la partida.

Además, en tu turno, no sólo puedes coger/colocar losetas, también podrás vender mercancías que te otorgarán monedas para comprar losetas de la reserva central del tablero (sin dados) y cambiar tus dados por trabajadores, siempre asignando el resultado del dado a la acción que vayamos a hacer.

Lo mejor de todo es que el juego incorpora una variable bastante buena: comenzamos la partida con 1 o varios trabajadores (dependiendo del orden de turno) y con ellos podremos modificar el resultado de los dados en +1 o -1, con lo que el azar en este juego, aunque existe, lo tenemos bastante controlado.

Otra cosa que tenemos que tener en cuenta es que al ir construyendo nuestro reino con las losetas, éstas tendrán que colocarse de forma adyacente y que además, si terminamos de construir un tipo de terreno (todas las losetas marrones, azules, verdes…) iremos consiguiendo bonus de puntos de victoria. Así que las acciones de las que hablábamos hace unos párrafos, tendremos que elegirlas en función de la estrategia que queramos llevar al construir nuestro mapa de territorio.

Llegados a este punto os habréis dado cuenta de que aquí lo importante es optimizar tu turno, analizando todas las variables para sacar partido de los resultados de tus dos dados. Vamos a poner un ejemplo de un turno:

Tiramos los dados y sacamos un 6 y un 4. Con uno de los dados modificamos el 4 y lo convertimos en 3, eso nos da la posibilidad de coger una loseta de castillo de nuestro depósito y construirlo en nuestro dominio. El castillo nos da una acción extra con la que vamos a vender un tipo de mercancías que nos van a dar 1 moneda y 3 puntos de victoria. Esa moneda, junto con otra más que tenemos en la reserva, la utilizamos para comprar una loseta de granja que colocamos en nuestro depósito de losetas. Aun nos queda asignar el resultado del 6 en una de las acciones. Decidimos utilizarlo para hacernos con la ayuda de dos trabajadores que nos permitirán en turnos posteriores modificar el resultado de nuestros dados. Y… eso es todo, le toca al siguiente jugador.

Opinión

He empezado esta reseña diciendo que Stefan Feld es uno de esos diseñadores de juegos que despiertan críticas y pasiones a partes iguales… pues bien, este juego me hizo cuanto menos, curiosear más a cerca de su trayectoria.

Y es que Castillos de Borgoña,  Castles of Burgundi, Die Burgen von Burgund, o como lo queráis llamar, tiene muchos puntos positivos y poquitos negativos.

Empezando por el más negativo tenemos que decir que el tema está pegado… pegadísimo. Super pegado. Las reglas no puedes explicarlas con una lógica como cuando explicas las de Agrícola o Alquimistas, donde todo tiene un sentido. Aquí no. Aquí lo mejor es explicar lo básico y ponerte a jugar. En unas pocas rondas los jugadores habrá pillado la mecánica.

Porque aunque Castillos de Borgoña pueda parecer que tiene muchísimas reglas, no es así. Lo que si que tiene son muchas losetas diferentes, con acciones especiales diferentes, pero que, gracias a la iconografía de los tableros, en pocas rondas aprendes a interpretar.

En cuanto a las sensaciones que el juego transmite podemos decir que es rápido. A penas hay entre-turnos porque al lanzar los dados todos a la vez, automáticamente todos los jugadores se pueden poner a hacer cábalas de cómo llevar a cabo su turno para exprimirlo al máximo.

Los componentes del juego y sus ilustraciones son de lo más criticado del juego, pero aquí tengo que romper una lanza a favor de la edición: los componentes son más que correctos para el precio que pagamos por él (unos 24€). Es verdad que los tableros de jugador son algo más gruesos que un folio y las losetas podrían ser algo más gruesas, pero yo tengo mi copia desde hace unos dos años y a pesar de todo lo que la he jugado, sigue intacta. Pasaría casi por nueva.

En cuanto al arte del juego… bueno, hay gustos para todos. La verdad es que la primera vez que lo vi me causó rechazo, con esos colores tan tristes, pero después de dos años, le he cogido cariño: la portada es bonita y los dibujos en si no están nada mal. El problema quizá son los colores, pero teniendo en cuenta que ahora se lleva lo vintage, ya lo veo hasta bonito: haría las delicias de cualquier hipster o amante de los filtros de instagram 😀

Dejando de lado el tema de los componentes, si hablamos de mecánicas y rejugabilidad, podemos asegurar que es aquí donde el juego gana por goleada.

Las mecánicas, como en todos los juegos que he probado de Feld, fluyen a la perfección. Durante la partida además consigues muchos puntos de victoria (lo normal es puntuar más de 100 e incluso de 200), pero aún así el juego está super bien equilibrado. Y aunque a veces durante la partida pueda verse una distancia considerable entre jugadores en el track de puntuación, al final los resultados se compensan y suelen dejar partidas muy igualadas.

El tema de la rejugabilidad es otro punto positivo, porque en el juego Feld ha tenido a bien añadir distintos tipos de tableros individuales, con distintos mapas de territorio. Gracias a esto, nos veremos obligados a cambiar de estrategia, según el tablero que juguemos.

El juego lamentablemente no está editado en nuestro idioma, pero no os preocupeis porque es totalmente independiente. Las reglas, al menos las de mi edición, están en inglés y francés y se entienden bastante bien, pero si lo preferís, en la BGG están colgadas en perfecto castellano.

Castillos de Borgoña es un juego ideal para no jugones por la sencillez de sus mecánicas. Es un juego que apetece sacarlo en cualquier momento porque en una horita o menos, tenemos ventilada la partida. Además a pesar de no tener un tema bien integrado, si que, al final de la partida, te sientes orgulloso del reino que has ido construyendo durante la partida.

Sólo lo desaconsejaría en el caso de que seas un jugador que te guste la interacción con el resto de compañeros de partida, o en el caso de que te guste «sufrir» (en Castillos de Borgoña todas las acciones aportan algo bueno al jugador, no hay ninguna que penalice).

Por lo demás, no puedo hacer otra cosa más que aconsejarlo.

Así que con todo esto, sólo puedo puntuar Castillos de Borgoña con un…

Dificultad 50puntos
Puntuación final 80puntos
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Showing 6 comments
  • iMisut
    Responder

    Es la gran puerta de entrada a este diseñador, aunque, para mi gusto, una vez que profundizas, se queda en un segundo nivel.

    Yo no estoy de acuerdo en el tema del entreturno porque, si bien es cierto que las tiradas son simultaneas y puedes ir planificando tu turno, si el jugador que va antes de tu realiza una jugada que trastoca tus planes hay que recomenzar. A dos si que va fluido, pero a cuatro puede hacerse eterno.

    Además tiene una interacción practicamente nula. Solo una pizca en la lucha por las losetas, pero hay tantas opciones, que siempre podrás tirar por otro lado.

    Si no lo has probado, dale un tiento a Bora Bora, que toma de este Borgoña su mecánica principal y consigue un juego mucho mas interesante!

    Saludos y gran reseña!

    • Yol
      Responder

      Es verdad lo que dices, incluso jugándolo a dos, si eres el segundo en elegir acciones, el jugador puede romperte los planes y tener que rediseñar tu turno (sobre todo en las últimas rondas de cada fase, cuando quedan menos losetas disponibles y matas por la que necesitas para conseguir completar un tipo de terreno).

      Siempre lo he jugado a dos y los entre-turnos suelen ir rápido pero es verdad que en ciertas ocasiones se pueden alargar más. Pero la sensación general es que fluye bien.

      En cuanto al Bora Bora… después de la reseña de antes de ayer de Mr. Smile, la tuya y viendo los comentarios que hay por ahí de él tendré que probarlo (qué remedio 😛 ). Otro que tenemos y hemos jugado de Feld es el Nôtre Dame, que siendo muy diferente a éstos, es otro pedazo de juego.

      Saludos y gracias!

  • mr.smile
    Responder

    Acabo de ver tu comentario en mi entrada de Bora Bora y viene Ivan y te dice justo lo que iba a comentarte ajjaajja. Pues eso subscribo lo del entreturno y el multisolitario.
    Gran reseña!!

    • Yol
      Responder

      Gracias!! Ahora no me queda más remedio que probar el Bora Bora 😀

  • Hexanauta
    Responder

    Juegazo y gran reseña! El balance de este juego es brutal, hace un par de semanas jugábamos y 3 jugadores usábamos el lado avanzado y otro jugador usaba el lado normal. El del lado normal se iba quejando durante la partida de que no podría ganar porque no tenía combos grandes como el resto, pues ha ganado al final! 😀

    Haz jugado Trajan? Otro juegazo de Feld pero prepárate para quemar medio cerebro con el mecanismo mancala.

    Un saludo!

    • Yol
      Responder

      No lo he probado aún, pero lo tengo en la lista. El que estoy deseando probar es el Bora Bora. Y lo que dices del equilibrio en los juegos, pues si, es uno de los fuertes sin duda de Feld… como un reloj oiga!

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