Reseña de Yokohama: Arigatō Mr. President

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Ya lo dije en mi última entrada: este invierno está siendo complicado y no salgo de un virus para meterme en otro, pero ya no podía dejar pasar más tiempo sin hablaros de un juego que para mi ha sido de lo mejor de 2017.

Yokohama es otro de esos que al verlo la primera vez, cuando TMG lo lanzó por Kickstarter, no me inspiró demasiada confianza (no soy mucho de KS). En las fotos se dejaba entrever un juego duro, quizá demasiado complejo por la cantidad de elementos que había que desplegar en la mesa y con un aspecto naïf-japo que tampoco me entusiasmaba, fue probarlo y las sensaciones fueron totalmente distintas a lo esperado.

Yokohama es un juego muy sencillo de reglas y aunque sus mecánicas principales son la colocación de trabajadores y las mayorías, tiene elementos que lo hacen muy especial. Voy a explicaros someramente en qué consiste:

El tablero se compone de un montón de localizaciones diferentes a las que nos podremos mover. Lo primero que tendremos que hacer es colocar a nuestros trabajadores (asistentes) y a nuestro presidente que será el que ejecute la acción según donde lo coloquemos. Los asistentes, representados por cubitos, los podemos colocar donde queramos, o dos en una misma localización o tres repartidos en diferentes localizaciones, pero tenemos que tener en cuenta dos cosas muy importantes: estos trabajadores actuarán como «pasillo» por el que nuestro presidente se podrá mover, así que habrá que tener muy en cuenta dónde los ponemos para que luego podamos mover libremente nuestro presidente hasta nuestra localización objetivo. Además estos asistentes hacen de potenciadores de la acción que vaya a ejecutar el presidente.

Así que nunca sabes en qué momento es mejor repartir tus asistentes por el tablero para luego poder llegar a más sitios con tu presidente o por el contrario, soltar dos asistentes en una misma localización, teniendo la oportunidad de potenciar el turno y llevarte mayor beneficio sacrificando libertad de movimiento en turnos posteriores… un buen rompecabezas. En la foto, el presidente del amarillo por ejemplo puede moverse a las localizaciones que tiene justo a su derecha, pero no a la de más arriba, porque no hay un pasillo o ruta hecha con sus asistentes hasta ese lugar. En cambio el azul podría moverse hasta donde se encuentra su asistente más a la izquierda porque si se ha creado ese pasillo continuo de asistentes.

 

 

Esta mecánica de colocación de trabajadores hace que ya haya un mini juego dentro del juego y que no sólo sea un: «coloco aquí porque quiero hacer esta acción y punto». Salvando las diferencias, a mi me recuerda al mancala que utiliza Feld en Trajan para poder ejecutar las acciones. Son juegos dentro de otros juegos que, para mi gusto, los hacen super interesante.

Colocados nuestros trabajadores, sólo queda mover a nuestro presidente y ejecutar la acción correspondiente. Tal y como os he dicho antes, los trabajadores que hemos ido dejando por el tablero como miguitas de pan, van a potenciar la acción del presidente.

Así, si movemos nuestro presidente a una casilla donde tenemos tres trabajadores ya colocados, la acción la haremos con una fuerza de 4 (tres asistentes+el presidente) lo que nos permitirá, según la carta que haya en ese edificio, ganar ciertos beneficios. Si además logramos tener una fuerza mínima de 4 o 5, podremos realizar una construcción en esa localización, que puede ser una tienda o puesto comercial y que además servirán para sumar fuerza la próxima vez que coloquemos en esa localización a nuestro presidente. Resumiendo: todas las fichas de nuestro color que haya donde nos coloquemos, suman fuerza.

 

 

En la foto pordemos ver cómo el presidente rojo haría la acción de la localización «minas de cobre» que lo que nos permite es coger cobre de la reserva general. Como tenemos en total 4 piezas de nuestro color en esta localización (dos asistentes, una tienda y nuestro presidente) la acción tendrá fuerza 4 y nos permitirá coger las piezas de cobre que indique la localización y además construir otro elemento de nuestra reserva y llevarnos además la bonoficación de 1 o 7  puntos de victoria, dependiendo de si colocamos una tienda o puesto comercial.

Las localizaciones donde nos podemos colocar tienen funciones muy variadas pero podríamos dividirlas en tres grandes grupos:

1.- Las que nos permiten recolectar recursos y monedas: los recursos en el juego son seda, cobre, té, importaciones y pescados y nos van a servir entre otras cosas para completar pedidos. La partida la empezamos con una carta de pedido pero podremos ir adquiriendo más.

 

 

2.- Las que nos dan cartas de pedido o de tecnología: las cartas de pedido a su vez nos darán puntos de victoria y la posibilidad de establecer negociaciones con los agentes comerciales de otros paises. Cuando completemos los pedidos de dos cartas con la misma bandera, podremos reclamar el token de agente comercial que nos permitirá  realizar algo parecido a un turno extra. Las cartas de tecnología en cambio nos ofrecen beneficios muy jugosos que podremos activar en nuestro turno.

 

 

3.- Las que nos dan puntos de victoria directos. La iglesia y la aduana son las localizaciones que nos van a permitir ganar puntos de victoria ya que nos van a permitir coger sitio en los tableros donde al final de la partida, se resolverán unas mayorías. En la iglesia podremos hacer ofrendas de recursos. Dependiendo de lo generosa que sea nuestra ofrenda, podemos colocar uno de nuestros asistentes ocupando un sitio en la iglesia. Al final de la partida, se evaluará y el que tenga mayoría de asistentes sumará un buen número de puntos. Lo mismo pasa con la aduana, pero en este caso entregaremos tokens de importación.

 

A todo esto hay que sumarle un pequeño punto de dificultad porque la partida la empezamos sólo con 8  asistentes y dos tiendas. El resto de asistentes y construcciones tendremos que sacarlas de nuestro tablero personal para poder usarlos. ¿ Y cómo sacamos estos elementos? Pues colocando nuestro presidente en la casilla que nos lo permite (la oficina de empleo), así que no es tan fácil como podía parecer. Además en el caso de sacar tiendas o puestos comerciales, tendremos que pagar una suma de monedas nada despreciable.

No lo he dicho hasta ahora, pero evidentemente el juego lo gana el que más puntos de victoria tenga al final. Final que llegará en el momento que cumplamos ciertas condiciones, como haber construido todas las casas o puestos comerciales, cuando no es posible reponer cartas o cuando se han colocado un número determinado de asistentes en la iglesia o aduana.

 

 

El juego escala genial. Lo he jugado a 2, 3 y 4 y no he visto diferencias reseñables que me hagan inclinarme por un número en concreto, porque al final la cantidad y tipo de localizaciones que usaremos variará equilibrando la partida estupendamente. E interacción hay, porque al colocar asistentes, si lo hacemos en una casilla donde haya presidente, tenemos que pagar a ese jugador una moneda y luego están las mayorías, que nos obligan como siempre a estar muy pendientes de la evolución del resto de jugadores.

En cuanto a la edición de 2Tomatoes en nuestro país ha ido de menos a más. En la primera lo que hicieron fue sumarse a una impresión internacional y fue más una distribución que una edición en sí del juego. Ahora en esta segunda impresión se han liado la manta a la cabeza  y han traducido todos los elementos del juego: las cartas, los tableros, las reglas… todo lo necesario para dejar la edición completamente traducida al castellano.

 

 

Al final, sumando todos estos elementos, tenemos un juego de reglas super sencillas pero super interesante por dos motivos: el primero por contener dentro del juego otro minijuego abstracto de movimientos y pequeñas rutas, convirtiendo lo que podría haber sido una simple colocación de trabajadores en un ejercicio de programación y planificación genial. El segundo por ofrecer tantísimos elementos diferentes (localizaciones, cartas y recursos) que multiplican las opciones de los jugadores en cada turno, sin añadir dificultad a la hora de aprender cómo se juega, haciendolo sencillo pero muy completo.

Reposadas mis partidas y habiendo pasado ya tiempo desde que acabara 2017 puedo confirmar que es uno de los mejores juegos que descubrí el año pasado y que sin duda seguirá viendo mucha mesa por tener los dos elementos característicos de otros juegos de la editorial como Goldwest o Ponzi: juegos con un equilibrio perfecto entre dificultad de reglas versus exigencia a los jugadores.

Otras reseñas: MisutMeeple

Cómo se juega: Unna

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Showing 2 comments
  • Sara
    Responder

    Hola!! Felicidades por el trabajo que haces, acabo de descubrir tu web y me ha enamorado la forma en la que hablas de los juegos y las fotos! Que bonitas! Ahora solo tengo un problema, quiero todos los juegos que posteas jeje.

    Un saludo

  • Yol
    Responder

    Hola Sara! Perdona, no había visto tu comentario. Me alegro mucho de que te guste. A ver si lo retomo, porque he estado dos meses sin publicar nada y ya lo echaba de menos 🙂 Un saludo!

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