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El último jugador que haya visitado un puerto, empieza la partida

Port Royal es un juego sólo apto para valientes piratas que estén dispuestos a perderlo casi todo, por un buen barco que gobernar. Y es que Port Royal es uno de esos juegos cuya mecánica más atractiva es el push your luck o lo que es lo mismo… a ver si tienes c0j0n€s de levantar otra carta más. Vamos a verlo.

¿De qué va?

Port Royal va de piratas. De piratas que tienen que ir cada día al puerto para ver qué se cuece. Porque para conseguir ganar, tendemos que realizar expediciones que nos darán puntos de victoria. Vamos a ver por encima cómo se juega:

Lo primero que debemos hacer en nuestro turno es conformar el puerto o lo que es lo mismo, levantar del mazo principal cartas que representan los barcos que atracan en el puerto y personajes que podremos contratar para llevar a cabo las expediciones. La cosa es que al levantar las cartas, tendremos que tener cuidado, porque en el momento que aparezcan dos barcos del mismo color, nuestro turno se habrá acabado, sin que podamos hacer nada y dejando paso al siguiente jugador.

Pero si paramos de descubrir cartas a tiempo y no tentamos demasiado la suerte, podremos llevar a cabo nuestro turno con normalidad que consiste en elegir 1, 2 o 3 cartas de las levantadas, dependiendo de cuantas hayamos destapado: de 0 a 3, 4 o 5.

Cuando pasemos y dejemos de levantar cartas podemos elegir:

• Un barco, que tendremos que descartar y coger tantas monedas como lleve impresa la carta. Las cartas son por un lado monedas y por el otro barcos o personajes, así que cada vez que tengamos que coger monedas, cogeremos cartas del mazo, pero con el lado de moneda hacia arriba, poniendo cuidado en no ver el reverso de la carta.
• Contratar los servicios de un personaje pagando por él tantas monedas como indique la carta

Después, el resto de jugadores podrán hacer lo mismo pero eligiendo una sola carta y pagando al jugador activo una moneda por ello.

Los personajes te dan habilidades especiales, como la posibilidad de comprar más cartas, o que te cuesten menos monedas, o incluso la posibilidad de llevar a cabo alguna expedición. Además, los personajes aportan puntos de victoria que sumados a los de expedición o incluso, por sí solos, pueden hacerte ganar la partida.

Pero sigamos con la explicación. Antes os contaba que el jugador activo conforma el puerto levantando cartas hasta que se planta, pero tenemos que hablar de dos excepciones:

• Cuando aparece una carta de impuestos, los jugadores que tengan más de 12 monedas, pueden empezar a temblar  porque tendrán que descartarse de la mitad.
• Cuando aparece una carta de expedición, la colocaremos sobre la linea de cartas del puerto, en una zona bien diferenciada y estará disponible para todos los jugadores en cualquier momento. Cuando tengamos el personal exigido para llevar a cabo la expedición, podremos reclamarla, llevándola a nuestro espacio y sumando automáticamente los puntos de victoria que indique la carta al resto que tengamos ya.

El final del juego se desencadena cuando uno de los piratas llega a los 12 puntos de victoria. Una vez llegados a este punto, tendrá lugar un último turno. El que más puntos tenga al final de ese último turno, será el pirata ganador.

Opinión

Port Royal ha sido la sorpresa de los últimos meses. Fue el típico juego que sin conocer mucho de él, utilizamos para «rellenar» un pedido y el resultado fue… ¡de 10!

Cuando abrimos la caja sólo vemos cartas, pero eso sí, muchas y de buena calidad. Ah si… y unas instrucciones un poco cutres dobladas a modo de prospecto, pero que por lo menos,  están fantásticamente bien explicadas.

En un momento puedes explicarlo y ponerte a jugar con cualquiera, incluso con no jugones. La única dificultad puede venir en la cantidad de personajes diferentes que pueden aparecer durante la partida porque además cada uno de ellos tiene habilidades difíciles de adivinar con la iconografía impresa en la carta. No os voy a engañar: costará un par de rondas haceros con lo que significa cada carta… pero sólo un par 😛

Es divertidísimo ver cómo algunos arriesgan demasiado y tienen que dejar el turno sin poder hacer nada. Pero aunque la mecánica push your luck puede dejar a los más atrevidos con turnos en blanco, luego la cosa se puede «medio arreglar» utilizando el turno de otros jugadores para comerciar o contratar a nuevos personajes que te permitan hacer combos ganadores.

La sensación de necesitar monedas para contratar a personal, pero no poder arriesgar demasiado por si te pasas y te quedas de brazos cruzados mientras el resto se ríen de ti en tu cara, no tiene precio.

El juego es totalmente independiente del idioma a excepción de las reglas, que además están traducidas y colgadas en internet para su uso y disfrute.

Funciona bien a cualquier número de jugadores, siendo un juego rápido y sin lugar a turnos demasiado largos.

Después de todo lo dicho sólo puedo recomendarlo. Port Royal es lo suficientemente divertido, fácil, profundo, barato, rápido y adictivo como para haceros pasar un buen rato por 9€