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En cuanto os cuente cómo se juega a Cobardes, muchos de vosotros sentiréis la necesidad de huir, pero por favor, quedaros hasta el final, no vaya a ser que nos llevemos una sorpresa…

Cobardes es un juego para dos jugadores. Ambos, vamos a tener una baraja numerada del 0 al 6. Se van a jugar una serie de rondas y en cada una de ellas, lo que tenemos que hacer es intentar ganar a nuestro rival sacándole una diferencia de 2 puntos. ¿Y cómo lo hacemos? Pues bien, tendremos que sacar una carta a nuestra elección y la pondremos boca abajo, nuestro rival hará lo mismo y cuando los dos estemos listos, le daremos la vuelta para determinar quien es el ganador. A esto hay que sumarle el uso de una serie cartas de cortesanos y villanos, que saldrán al azar y nos permitirán romper las reglas del juego para variar el resultado del encuentro. Los cortesanos los tendremos en nuestro área de juego boca arriba y podremos utilizarlos o antes o después de resolver la batalla. Los guerreros en cambio los tendremos en la mano y podremos jugarlos en lugar de usar las cartas de guerrero ( las numeradas del 0 al 6).

 

Es decir: los dos tenemos una baraja del 0 al 6 y lo único que tenemos que hacer es sacar carta y ganar por una diferencia de dos puntos… aham.

Cuando me lo explicaron no daba crédito y las ganas de jugarlo se disiparon por completo. Sufrí lo que se llama un baño de anti hype brutal y quizá es lo mejor que me podría haber pasado, porque cuando lo probé, dije eso de: «pues no está nada mal el jueguito» y es que es curioso cuanto menos.

El diseñador del juego es Paco Gomez, que si no recuerdo mal, es matemático o al menos, un apasionado de esta ciencia y ha basado la principal mecánica de Cobardes en la teoría de juegos. Según la wikipedia (yo no sería capaz de definirlo porque soy nula en matemáticas)  «…desde el enfoque de esta teoría, un “juego” es una situación conflictiva en la que priman intereses contrapuestos de individuos o instituciones, y es en ese contexto que, una parte al tomar una decisión influye sobre la decisión que tomará la otra; así, el resultado del conflicto se determina a partir de todas las decisiones tomadas por todos los actuantes. » Si queréis algo más de info podeis mirar también algo sobre el uso de estrategias mixtas y el equilibrio de Nash.

Resumiendo burdamente todo esto, el juego es puramente psicológico. En Cobardes, así como en otros juegos que se basan en la teoría de juegos, la decisión correcta no depende de nosotros mismos y no siempre es la que más nos beneficia, sino que depende absolutamente de la decisión que tome nuestro rival. Esta mecánica que en Cobardes es única y central, en otros juegos como Race for The Galaxy es parte del juego en cuestión. Si habéis jugado a este último, sabréis que los jugadores eligen de manera simultánea qué fases se van a llevar a cabo durante la ronda y aquí, la teoría de juegos vuelve a ser la protagonista: hacemos una elección en base a lo que pensamos que el jugador de enfrente va a hacer. Pues bien, esto es más o menos el mismo ejercicio psicológico que nos plantean en Cobardes.

Teniendo en cuenta todo esto, podréis intuir que el juego es 100% control free. Nada de control. Cero. No lo encontrareis. Todo se basa en la decisión del rival y nunca, nunca vamos a poder a poder tomar una decisión con la aplastante seguridad de que sea la correcta. La parte bonita la pone la intuición y el componente psicológico del juego. Si jugamos siempre con la misma persona, podremos estudiar sus repeticiones, sus manías, sus gestos e intuir de alguna manera cómo va a reaccionar en cada partida, surgirán las sonrisas, las caras de poker, los trucos casi de magia para despistar y entonces es cuando el juego nos parecerá de lo más simpático para jugar.

El juego tiene un pvp de 10€ y más que un juego como tal yo lo definiría como «micro juego», así que por favor, no queráis que de él salga nada profundo porque os llevareis un chasco. Para los que quieran algo así tenemos mil fillers como por ejemplo Crónicas o Red 7. Cobardes es un juego gracioso, simpático, muy económico y precioso que me parece un muy buen regalo para padres que quieran jugar a algo rápido con sus niños sin pretensiones de nada, pero que les arranque una sonrisa jugándolo.

Hay gente que dice que el juego tiene defectos como la repetición de la salida en la partida con un 6 o un 5… pero nada impide de vez en cuando romper ese patrón y salir con un 4, o usar alguna carta de villano o cortesano para modificar el encuentro… y vuelvo a repetir: es un micro-juego curioso y sin ninguna pretensión más.

El ilustrador del juego es Paco Dana, una persona que ya empieza a tener un recorrido dentro de los juegos de mesa. Pues bien, el salto que ha dado, para mi gusto con este juego, es espectacular. Sólo tenéis que ver las fotos para apreciarlo.

Y por último, un apunte sobre la editorial, Tranjis Games. Suelen hacer juegos que no me llaman demasiado la atención (no soy de fillers y menos de micro-juegos porque el poco tiempo que tengo para jugar, prefiero dedicarlo a otro tipo de juegos), pero hay que reconocerles que en Cobardes, han hecho una muy buena edición que justifica el precio que cuesta. Siendo un micro-juego era muy fácil caer en la producción barata para que la rentabilidad fuera mayor, pero han optado por incluir  cartas de tamaño grande, como las del Dixit, y unos los tokens bien hermosos. El resultado final es bastante llamativo.

Al final creo que tanto Paco Gomez con su juego, como Paco Dana con las ilustraciones, como Tranjis, han sabido hacer de tres partes, un buen conjunto.