¿De qué va?

En Ghost Stories no hay tiempo que perder. Somos monjes taoístas y nuestra misión es exorcizar a todo fantasma que se ponga en nuestro camino, llegar hasta la mismísima encarnación de Wu-Feng y desterrarlo del mundo de los vivos.

La mecánica es simple. El juego tiene dos partes bien diferenciadas: la de los fantasmas y la de los monjes. La fase del Ying y del Yang.

En la fase Ying aparecerán nuevos fantasmas en forma de cartas, que se irán colocando en el tablero de juego. Esos fantasmas tendrán habilidades especiales que saldrán a la luz en ese momento, en cada turno o una vez exorcizado (dependiendo de lo que nos digan las cartas).
Una vez terminada la fase de los fantasmas, empieza la fase del Yang, la nuestra, la de los monjes taoistas. Básicamente aquí podemos hacer tres cosas: movernos, pedir ayuda a los habitantes del pueblo y/o intentar exorcizar a los fantasmas que estemos encarando en el tablero. Para ello tiraremos dados y aplicaremos el resultado. Como casi todo juego con dados, el azar está presente, pero es un azar bastante controlable gracias a las numerosas acciones especiales que podemos llevar a cabo durante la partida. Estas acciones especiales son habilidades propias de los monjes o bien ayuda externa de los habitantes del pueblo. Para poder solicitar esa ayuda externa, basta con aterrizar en cualquiera de las 6 losetas que conforman el tablero del juego. Cada loseta representa una ubicación del pueblo y ofrece una ayuda al jugador que será fundamental para poder terminar con éxito la partida.

Esas dos fases se suceden durante el juego hasta que llegamos a la carta de la encarnación de Wu-Feng. En ese momento, sólo quedarán en el mazo de la baraja 10 fantasmas más. Si somos capaces de exorcizar la encarnación de Wu-Feng antes de que aparezca el último fantasma, podremos cantar victoria.

Pero en este juego, esa situación es tremendamente dificil de alcanzar, porque aunque la mecánica del juego es sencilla, derrotar la pila de fantasmas antes de que ellos te derroten a ti, es sumamente complicado. Algunos fantasmas tienen la habilidad de avanzar irremediablemente hasta las losetas del pueblo y si lo hacen sin que nosotros acabemos con ellos, habrán encantado la loseta de pueblo que corresponda. Si los fantasmas consiguen encantar tres losetas de pueblo hemos terminado la partida.

Opinión:

Aunque no nos gusta tocar los juegos cooperativos ni con un palo, este Ghost Stories es una excepción, pero sólo por una razón: no lo jugamos como tal, sólo lo jugamos en modo solitario y aún así tengo que decir que Ghost Stories se ha convertido en uno de mis juegos preferidos.

Las mecánicas son sencillas, pero durante la partida sentiremos que tenemos que dedicar todos nuestros esfuerzos neuronales para poder terminar con éxito… y aún así seguramente no lo conseguiremos. Cada partida es un reto pero no por ello la sensación es de juego pesado… no. Es como si te comieras una ensalada pero de las del Hard Rock Caffe: son ensaladas, pero sales saciado como si te hubieras comido una hamburguesa.

Pues aquí lo mismo: el juego es super dinámico, se te pasan los minutos volando pero al mismo tiempo, en ese rato que estás disfrutando del juego, sientes tus neuronas trabajar al 100% para aprovechar cada movimiento al máximo y terminar la partida con éxito.

Luego está el apartado gráfico. Creo que Pierô, a falta de conocer el trabajo de muchos otros ilustradores, es de los mejores artistas del mundo lúdico. Los dibujos son alucinantes y la experiencia de juego sube aún más si cabe gracias a su trabajo.

Los componentes son de lo más bonito que he visto en juegos de mesa. Tenemos figuras, cartas, dados, losetas de un grosor que ni pidiéndolas y la caja y el inserto son una auténtica chulada.

Sólo he probado 3 juegos de Bauza: 7 Wonders, Takenoko y Ghost Stories… no puedo hablar de los demás. Pero me considero fan absoluta de los tres y sobre todo de este Ghost Stories. Así que por todo esto que os he contado y por muchas razones más, no puedo dejar de recomendarlo… mi puntuación es de…